
Cuando escuchamos que habría un concurso de resistencia de puentes en el Open Doors de la Universidad Panamericana, pensamos: “Va, suena fácil, ¿qué tan complicado puede ser construir un puente de madera?”
(Spoiler: mucho más complicado de lo que imaginábamos.)
Jorge Gómez Haro
“Mi parte favorita fue cuando empezamos a planear el diseño. ¡Tuvimos que considerar mil factores! Revisamos las distintas resistencias de las maderas, los tipos de pegamentos y, claro, lograr un diseño eficiente. Al final decidimos crear un puente con armadura tipo Howe (un tipo de estructura de la ingeniería civil). Más adelante me di cuenta de que no solo era pegar palitos, era intentar que cada decisión contara para que el puente tuviera la mejor resistencia.
El mayor reto para mí fue controlar la precisión. A veces un milímetro hacía la diferencia entre uniones fuertes o un desastre total. Aun así, cuando vimos el puente armado, sentí un enorme orgullo. Y aunque los nervios estaban a full antes de la prueba de resistencia, la emoción de ver cuánto aguantó fue inmensa. Finalmente, todo nuestro esfuerzo de dos semanas valió completamente la pena, ya que conseguimos el primer lugar en eficiencia estructural.”
Ivanna Aguilar
“Cuando nos inscribimos a la competencia yo pensé: ‘Ah, va a estar súper fácil, o sea, tipo como armar un Lego’. Pero conforme fuimos teniendo reuniones con nuestro coach, nos explicaba hasta los cálculos, la verdad me cambió toda la perspectiva. En realidad era más que simplemente cortar y pegar las piezas. Nos explicaba cómo sacar cuánta fuerza recibía cada pieza y, con eso, cómo lograr que la pieza minimizara su peso para poder cargar toda la fuerza recibida y así obtener la mayor eficiencia.
En un inicio, fue algo complejo de entender, algo que al finalizar el puente comprendimos de manera perfecta. Pero como decía Gómez-Haro, uno de mis compañeros de equipo: ‘No entiendo mucho ahorita, pero para eso voy a estudiar ingeniería civil’. Fueron pasando las semanas y ya teníamos la madera, solo faltaba cortarla y pegarla. Cortarla fue todo un reto, ya que nunca habíamos usado una caladora y, al inicio, nos salían los cortes súper chuecos. Era divertido porque Zepeda, otro de los integrantes del equipo, decía: ‘Con una lijadita sale’. Luego llegó el momento de pegar, y también lo pegábamos súper chueco, lo cual impactó en la resistencia.
Le dedicamos entre 6 y 7 horas al día por dos semanas seguidas, pero al final, el trabajo en equipo, la convivencia, la dedicación, la disciplina y el esfuerzo que le metimos al puente valieron completamente la pena y fueron recompensados con el primer lugar en la prueba de resistencia. Agradezco a mi equipo por siempre estar para mí y animarme.”
Jorge Zepeda
“A lo largo del proceso enfrentamos diversos retos que nos exigieron adaptarnos, colaborar y resolver problemas de manera estratégica. Cada dificultad nos permitió identificar nuestras áreas de mejora, fortalecer nuestras habilidades técnicas y comunicativas, y comprender la importancia de planear con anticipación. Gracias a estos retos desarrollamos mayor confianza, aprendimos a tomar decisiones bajo presión y a trabajar en equipo para lograr un resultado sólido y bien fundamentado."
“Más allá de los premios, lo más valioso fue el aprendizaje, las experiencias compartidas y la satisfacción de demostrar que el esfuerzo realmente da frutos.”
Después de tantas horas de trabajo, desveladas, estrés y ajustes de último minuto, ver el resultado final hizo que todo valiera la pena. Además del certamen de eficiencia estructural, también hicimos un examen de conocimientos matemáticos y una presentación oral frente a sinodales. Nuestros conocimientos previos nos apoyaron muchísimo en el examen, además, nuestras clases de oratoria nos permitieron presentar de la mejor manera. Como resultado, obtuvimos el primer lugar, una beca del 50% para estudiar nuestra carrera en la Universidad Panamericana y un iPad para cada integrante del equipo. Pero, más allá de los premios, lo más valioso fue el aprendizaje, las experiencias compartidas y la satisfacción de demostrar que el esfuerzo, la constancia y el trabajo en equipo realmente dan frutos.